Cesarea, Haifa, Acre y Rosh Hanikra - Tour de 1 día

Salga de Jerusalén y siga la carretera costera mediterránea hasta Cesarea, donde Herodes construyó un espléndido puerto, que dedicó a César Augusto. Las ruinas de la ciudad cruzada, el Hipódromo, una calle bizantina con gigantescas estatuas sin cabeza y el acueducto romano se encuentran entre los hallazgos arqueológicos del lugar. Pasee por Haifa para ver el puerto, el magnífico santuario bahaí y sus jardines. Visite Rosh Hanikra para contemplar las cuevas y grutas creadas por el mar, y finalmente, Acre para ver la ciudad subterránea de la época de las Cruzadas, las Salas de los Caballeros y el auténtico mercado.

Itinerario:

Viaje por el mar Mediterráneo por la carretera costera hasta su primera parada en Cesarea, antaño la ciudad más grande de Judea. Aquí, sobre las ruinas de un antiguo puerto, Herodes construyó un espléndido puerto, que dedicó a César Augusto.

Vea el anfiteatro romano con una acústica maravillosa que todavía hoy se utiliza para conciertos, las ruinas de la ciudad de las Cruzadas; el Hipódromo, una calle bizantina con estatuas gigantes sin cabeza; y el acueducto romano, que se encuentran entre los hallazgos arqueológicos del sitio.

Continúe conduciendo hacia el norte a través de Haifa para detenerse y disfrutar de la vista panorámica del magnífico santuario bahá'í y sus jardines. Los jardines en terrazas descienden por la montaña hacia la ciudad y el puerto más grande de Israel, repletos de coloridas flores y paisajes.

La siguiente parada es Rosh Hanikra, el punto más septentrional de la costa mediterránea de Israel, cerca de la frontera con Líbano. Tome el teleférico hasta la red de cuevas de piedra caliza creadas por el constante impacto del mar contra las rocas.

En el viaje de regreso al sur, haga una parada en Acre (Akko), la ciudad cruzada más grande de Israel. Contemple las murallas y el foso, reconstruidos y reparados por El Jazzar, que impidieron incluso que Napoleón conquistara la ciudad; la prisión utilizada bajo el dominio turco; y la horca utilizada posteriormente, durante el Mandato Británico, para ahorcar a los judíos que violaron la ley británica que restringía la inmigración judía a Palestina después de la Segunda Guerra Mundial.

Visitaremos las Salas de los Caballeros, la Ciudad Subterránea de los Cruzados y el auténtico Mercado Blanco, que ofrece comida y especias orientales.

Al final del día, regreso al hotel.
Notas:
Se requiere pasaporte.

Te recomendamos llevar moneda local para pagar el almuerzo y cualquier otra cosa que quieras comprar en el camino.

No se permite la visita a niños menores de 4 años (incluidos bebés).